jueves, 10 de diciembre de 2009

QUÍMICA

Química es la combinación de elementos que se funden entre sí para formar un cuerpo.

Un tren de realidades espirituales mentales y físicas, marchando por vías de influencias y circunstancias.

El conocimiento y la realidad engendran el fruto de la verdad; la verdad y la necesidad dan el fruto de la fe; y la fe y la esperanza animan a creer y dan la confianza.

Estas se ponen a prueba motivando a practicar lo que se cree, con la confianza de recoger el fruto de la credibilidad.

Y este fruto hace que se puedan transmitir y comunicar los semejantes, porque da la demostración evidente de lo que es verdadero y lo razonable.

Cuando se tiene el don de la credibilidad se puede influir en los demás para bien o para mal. Si por el contrario se influye desconfianza, siempre sé ira a remolque de todos, y nunca le confiaran responsabilidades ajenas. Terminara incluso desconfiado hasta de sí mismo.

La credibilidad mueve el mundo de la sociedad, y hace y forma a los doctores.

EL ESPÍRITU da forma física al ADN y se manifiesta físicamente al núcleo organizativo que se desprende positivamente a células reproductoras.

Estas que le van dando forma y vida a los miembros del cuerpo; una vez formados y educados van uniéndose de comunes acuerdos con la mente y el espíritu. Por eso si se logra vivir con equilibro espiritual, mental, físico, social y emocional, podremos decir que alcanzamos la perfección y la madurez. Esta es la mezcla de las personas en la parte espiritual.

La parte física carnal se compone en partes de oxigeno, agua y elementos energéticos, como puede ser el sol, la electricidad que emana de todos los órganos vivos y que nos unen en su evolución formativa. Por ejemplo, hasta dos piedras desprenden chispas de energía que producen fuego. Este, a la vez, produce calor, que evapora los líquidos en forma de gases que se convierten en agua, estas nubes por medio de lluvias la devuelven a la tierra fertilizándola para que el agua se oxigene; y los minerales formen cuerpos adaptados a sus climas ambientales con gran variedad, a medida que se enriquece de otros elementos mezclados entre sí.

El mantenimiento y la renovación de los cuerpos, siguen teniendo sus necesidades más básicas del agua, el aire y los minerales. Y estos se van adquiriendo de los alimentos en su ciclo vital.

El ADN nos demuestra que existe nuestra caja negra y que a través de los análisis, existe la posibilidad de componerlos, por medio de nuestro código genético. Devolviéndolo a la vida, para rectificar los posibles fallos genéticos heredados y poder alcanzar una mayor perfección.

Esto nos demuestra la sabiduría de Dios y la veracidad de sus promesas.

Con el ADN y código genético, podríamos obtener los embriones que en úteros apropiados se formarían en cuerpos, designados a ser los mismos que en su anterior formación. Y estos, en las mismas circunstancias e influencias, vivirían la misma vida que la anterior si no se les avisara.

Teniendo en cuenta las mismas motivaciones, razones, valores, principios y virtudes en lo bueno y en lo malo.

Con este interés de por medio hacia la vida, puede ser separado lo bueno de lo malo antes y después de nacer, lo positivo de lo negativo y el error de la realidad certera.

Por eso nuestra existencia nos demuestra que venimos de una vida superior. Que esta establecida para prepáranos a una vida infinitamente más superior y más eterna y perfecta: Una vida de gran responsabilidad.

Si nuestro código genético da formación a nuestro cuerpo físico es por que le transmiten la información necesaria para la formación física.

Y para comunicarse el espíritu con el cuerpo físico, necesita primero comunicarse a través de la mente espiritual. No nacida, con respecto a la vida en el mundo pero suficientemente adulta para organizar un cuerpo físico.

Y el ADN o código genético es la mente del espíritu. Y si el espíritu esta resuelto a llevar hasta el final todo este código genético, es que quiere llevar las riendas de nuestras vidas, para poder mostrarnos el Bien y el Mal de ella.

Meditar es separar la mente de lo físico. Y cuando esto se consigue, el espíritu y la mente establecen una fusión química que nos revela muchas verdades de nuestro código genético del ADN, relacionándolo tanto con nuestro pasado más remoto, como con nuestro futuro más eterno.

Isaías profetizo la vida, juicio y muerte de Jesús setecientos años antes de que ocurriese.

Cuando Dios forma al hombre, lo formo del barro físico y de su aliento,, y el hombre fue creado.

Cuando Dios le informo no comas del fruto del Bien y del Mal, le aviso genéticamente del peligro y cuando Dios manda que se hiciese sacrificio del cordero, les daba genéticamente el medio de la salvación.

Cuando Abraham padre de la FE iba a sacrificar a su hijo, en la fe de que Dios podía resucitarlo de entre los muertos para cumplir sus promesas en él, genéticamente profetizo como llegaría a ser, la Fe en la resurrección del Mesías prometido Jesucristo.

Cuando tomamos por fe parte del cuerpo de Cristo manifestamos nuestra FE en Dios, y su cuerpo nos une ayuda y protege contra las posibles desobediencias.

Y su sangre es la que depura y nos devuelve a la vida espiritual y nos limpia hasta en el interior de nuestro espíritu.

Hebreos 4:12-13. La palabra de Dios es viva y ejerce poder y divide alma y espíritu, y discierne pensamientos e intenciones del corazón y todo esta a la vista de aquel a quien tiene que dar cuenta.

Y con su espíritu recibido por el bautismo tenemos una nueva vida y un código genético veraz visible y perfecto libre de todo lo malo, que nos forma y nos une en un cuerpo perfecto tal y como Dios lo desea desde nuestro principio.

Génesis 1:26.Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza.

Para así poder llegar a ser tutores en otros mundos, si aprendemos a ser responsables en esta vida, de nuestras propias familias, evitando la inmundicia la desintegración y la degeneración que volvería a llevarnos al caos.

En cualquier evolución de vida humana social y natural entre todas las personas.

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