BIENAVENTURADO

La justicia es para compensar al más agraviado.

Es tanto lo que nuestro Padre celestial tiene reservado para sus hijos.

QUE: Bienaventurado el que es consciente de su necesidad espiritual.

Porque es un moribundo del espíritu, y procurara lo que le es más necesario para combatir todas sus debilidades y carencias. Y se formara como un hombre completo, de acuerdo con la voluntad de Dios.

En la resurrección recibirá en justicia la plenitud de gloria, porque todo lo aceptara con gratitud y verá su gran utilidad.

Sólo los que desaprovechan lo que tienen, y menosprecian lo que se les ofrece se harán indignos de ello y lo perderán, porque no recibirán más, de lo que les complementaria como ayuda para alcanzar mayores responsabilidades.

El que no aprovecha lo que tiene está cultivando ruina y recogiendo pobreza. Y es un conservador de su estado, no entrara en la tierra prometida por que sus deseos no siguen el propósito original para el que fue creado.

Bienaventurado es el que confía y espera en su creador, su progreso nunca tendrá fin. Y llegara a ser como Dios su Padre teniendo sus propios hijos en sujeción y orden como Dios mantiene, en el inmenso universo de mundos.

El que recoge material construirá su propia casa, y él será un hombre que está hallando la perfección.

Cuando construya, todo se le complementará y su renta será como herencias patrimoniales para sus hijos, que engendraran y darán a luz extensa estabilidad. Y la estabilidad les servirá de base para el progreso.

¡No pongas limites al tiempo por que el no tiene fin!

Y la madurez de las personas son frutos de eternidad. Por eso Jesucristo es el fruto de la vida eterna.

Solo procura llegar a madurar, y no te tires del árbol asta estar plenamente desarrollado para que tu semilla también sea perfecta. Dejando a Dios que acabe su obra en nosotros y su árbol de vida nos termine de crear.

Bienaventurado el que tiene su esperanza en manos de Dios. Que no tiene barreras y determina el tiempo en todas las cosas en su propia responsabilidad de evolución.

Por que para nosotros parece un ciclo de vida eterno. Pero para Dios es principio y fin.

Bienaventurado el que vea la salud de todas las cosas y en todos con su propia salud.