jueves, 10 de diciembre de 2009

JUICIO

La justicia de estado es como el guiso de la olla. Mientras que los que están bien alimentados lo convierten en una exquisitez, y un placer para el paladar. Los moribundos se mueren de hambre por no ingerir los alimentos básicos necesarios, y así se cogen las grandes anemias y los desconsuelos.
Señores aligeren las comidas de justicia, por que comer, no es para el placer, sino para la necesidad y el buen alimento a su tiempo dará la unión y fortaleza.
Esta es la peor obstrucción que puede tener la circulación social.
La prioridad de la justicia se distribuye como, un ama de casa, administrando los alimentos a sus familiares. Primero se le pone la mesa a los que tiene que reiniciar su labor, para que no se obstruyan los accesos y servicios institucionales.
Después a los más débiles y necesitados, y los últimos son el pleno adulto, y el ama de casa en compañía familiar. Pero ¿Se despacha la justicia a los pobres y más indigentes necesitados, como al perro que se le dan las sobras en último lugar? ¿Se eleva la justicia haciéndola inaccesible a los pobres, para que solo las personas que disponen del tiempo y del dinero puedan obtenerla?
Entre el demandante de la justicia y la administración ¿Cuántos distribuidores, canalizados y mediadores obstruyen la adquisición directa?
Por que ¿cómo la canalizan los pudientes hacia sus propios intereses, desviando la balanza los más poderosos?
¿Y porque no se enfrentan entre jueces estatales, y jueces poderosos de la sociedad, con sus justicias elevadas, y nos permiten tener la simple y llana justicia, del arrepentimiento que es rectificar los daños a las víctimas? Esta justicia es sencilla aplicándola en la propia institución, con sus jurados populares y sus tres únicos veredictos.
1° Culpable, 2° No culpable 3° Inocente.
No la amplíen ni desborden para hacerla inaccesible. Aligérenla en llano y simplifíquenla, porque no se hizo la justicia para hacer negocios ni profesiones para ustedes, que viven en una forma de monarquía tirana de la antigüedad. Chupando su sangre. No como la pulga del perro, sino, como vampiros que desangran por completo al débil perro social humanitario. Para costear sus costosos caprichos.
Ustedes que están engordando sin régimen ni ayunos, como quieren librarse de los síntomas graves, de las enfermedades por exceso. Si la justicia solamente se cobrara, por los trabajos terminados como los de cualquier obrero.
Y se les obligara a responder por sus acusaciones a las víctimas. Y los pueblos e instituciones aprendiesen él deber de hacer justicia, como el deber de la circulación, en la que todos estamos envueltos. Y la responsabilidad de hacer juicio entre los propios hijos.
Esta educación previa nos haría a todos más justos y no la tendríamos que demandar a los demás que son extraños.
1 Corintos 1-7 ¿Se atreve cualquiera de ustedes que tenga un pleito contra otro ir a un tribunal de hombres injustos, y no de los Santos? 2 ¿O no saben ustedes que los Santos juzgaran al mundo? Y si el mundo a de ser juzgados por ustedes, ¿son incapaces de juzgar asuntos de menor importancia? 3 ¿No saben que juzgaremos a Ángeles? Entonces, ¿por qué no los asuntos de esta vida? 4 Por eso si en realidad tienen asuntos de esta vida que hayan de ser juzgados, ¿es a los hombres que ustedes ponen por jueces en la congregación, a los que ustedes menosprecian? 5 Hablo para hacerles sentir vergüenza.
¿O es verdad que no hay entre ustedes un solo hombre sabio que pueda juzgar entre sus hermanos, 6 sino que hermano va contra hermano a los tribunales, y eso ante los incrédulos? 7 En verdad pues, significan esto una gran derrota para todos ustedes.

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