jueves, 10 de diciembre de 2009

JUSTICIA A HUÉRFANOS Y VIUDAS Y LA LEY DE PRIORIDADES.

NO QUITAR EL JUICIO A HUÉRFANOS Y VIUDAS NI A LAS VÍCTIMAS POBRES EN SUS DESGRACIAS. ESTA ES LA PRIORIDAD EN JUSTICIA Y MISERICORDIA.

Isaias117 aprended a hacer el bien; buscad el juicio, restituid al agraviado, haced justicia al huérfano, amparad a la viuda.

La Ley de prioridades se busca en consenso con los que tienen las mismas necesidades. Ejemplo; los que busquen su propia formación familiar, traten con las personas de su misma condición para establecer un propósito común.

Cuando una persona alcanza primeramente este propósito, debe ser relevado. Porque ha manifestado su prioridad por el mismo y sus prioridades siempre estarán encauzadas haciendo excepción por él y sus más allegados. Por eso su comunión y participación estará mejor consensuada con todos los que buscan sus mismas prioridades.

¿Y es malo que sea así? NO, porque así lo expreso el SAM Pablo en 1 Timoteo 5:8 El que no provee para los suyos, y sobre todo para los de su propia casa, ha negado la fe y es peor que un incrédulo.

Pero si fuese malo si se aprovechara, utilizándolos para lograr algunos de sus propósitos, y que no buscara ofrecer al grupo sus servicios.

Sin embargo el buen Pastor va en la retaguardia, para no extraviar a los caídos en desgracia o más débiles. Interponiendo a su vida a las necesidades de los demás.

A estas personas les llegara el agradecimiento de Dios y de sus semejantes.

Los otros anduvieron el camino trazado por otros que lo habían señalado. Y para llegar, se despegarán de todos los lastres, y causaran la extrañeza de algunos de sus propios miembros.

Por esto cada cual en su grupo, tenga en cuenta que hay un tiempo para cada cosa. Tiempo para avanzar y tiempo para retroceder y tiempo para esperar. Pero buscar, todas las cosas en común y en semejanza; Teniendo en cuenta las posibilidades y circunstancias de los demás es la verdadera sabiduría.

Justicia es compensar al agraviado y rectificar el error

Todos tenemos personas a favor y en contra y cuántas mayores son las responsabilidades, mas personas del entorno se verán involucradas. Con las personas que hayamos hecho el bien nos defenderán. Pero socialmente él deber de juzgar algo que es bueno obligado por un deber de responsabilidad social en hacer ese bien; es analizado y juzgado por el transcurso del tiempo y su historia, por los que de esto obtuvieron lo bueno.

Pero los hechos de injusticia denunciados por las víctimas huérfanas, viudas y familiares. Los heridos y robados y a todos los perjudicados, no tienen que ser juzgados por los que el injusto les hizo el bien. Porque para justificarlo condenarán, a las propias víctimas aprobando ser cómplices de él.

Así los verdugos nunca se verán en la necesidad de arrepentirse de su mal y se apelará a un retroceso más justificado para hallar los delitos, impunes y necesarios; y justificaran la maldad en juicios paralelos sin control ni orden, para cegar la justicia. Haciendo que los árboles impidan ver el bosque.

Los juicios públicos adulteran los hechos mezclándolos con otros hechos buenos y malos; para apartar la justicia de las víctimas en sus demandas. Y así acorazan a las personas con auto leyes, protegiéndolos, para que no se vean en la necesidad de esclarecer la verdad y no ser castigados.

Esto inutiliza la justicia y el juicio a todas las personas para quienes más lo necesitan y lo convierten en un instrumento de poder; no para las víctimas, sino para sus verdugos.

¿De que sirven a las víctimas, sentencias que no hacen justicia a sus causas y agravios? ¿Debe la justicia procurar la paz interior?

¿Por qué tenemos que aceptar que nos gobiernen, los que cometieron injusticia contra algunos de nosotros, sus súbditos?

Pues sinceramente esto es remachar la injusticia a las pobres víctimas.

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