Tonto; significa dejar lo bueno por lo malo. Pero todos cometemos errores.
Hacer el bien es hacer lo bueno y el que siembra recoge de lo que sembró.
Vivir sembrando la necedad, es hablar sin conocer.
Iniquidad es la maldad intencionada.
Las palabras, son riquezas del corazón, porque enderezan, corrigen, enseñan y comunican información entre todas las personas. Dios nos da sus Santas palabras.
El que inventa palabras y no se las aplica ni las conoce ni las practica, es porque ignora el significado de ellas.
Los doctos son los que buscan su sentido y su significado y lo explican.
El que habla sin sentido balbucea. El inteligente interpreta.
En las palabras esta la supremacía del ser humano. El que no sabe utilizarlas, vivirá a merced de ellas y en las condiciones de un animal irracional.
El que no sabe escuchar, no puede aprender a hablar.
Escúchate a ti mismo porque son tus recordatorios, que hablan a trabes de tu conciencia. Y tu conciencia es tú ley. Si te escuchas aprenderás lo bueno y te apartaras de lo malo.
Y con la madurez te ayudaras a ti y a otros a progresar.
Todos los semejantes deben procurar la unidad familiar y la colaboración.
Por esto hablar es para expresarse, bien por el medio de la escritura, traduciendo o interpretando. Es el medio de proposición de todos los seres vivos.
Escuchar y leer es para entender y aprender. Debido a la mezcla social y cultural, él poderse entender es la gran prioridad. Por eso si hablas propones y si propones QUITA PRIMERO
Mateo 7 El juzgar a los demás.
1 "No juzguen a nadie, para que nadie los juzgue a ustedes.
2 Porque tal como juzguen se les juzgará, y con la medida que midan a otros, se les medirá a ustedes.
3 "¿Por qué te fijas en la astilla que tiene tu hermano en el ojo, y no le das importancia a la viga que está en el tuyo?
4 ¿Cómo puedes decirle a tu hermano: 'Déjame sacarte la astilla del ojo', cuando ahí tienes una viga en el tuyo?
5 ¡Hipócrita!, saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás con claridad para sacar la astilla del ojo de tu hermano.
Las palabras espirituales son las cerillas, que encienden el fuego de la purificación.
Las palabras son los vientos para un barco de vela. A quién las conoce le llevaran a buen puerto. Los que las ignoran Irán a la deriva.
En las palabras esta la información y la comunicación del futuro, del presente y del pasado. Los que no viven en su orden serán como un conductor que siempre va en dirección contraria.
Todas las ofrendas tienen un motivo y un sentido, por las cuales se obtienen bendiciones y promesas. Pero si no hay recompensa, ni rectificación, ni perdón, ni reconciliación; es que no se hizo lo que se debía, y que los intercesores no son dignos, porque buscan mas interesadamente la ofrenda, que la recompensa y su bendición. Las palabras conocen todos los caminos.
Hebreos 4:12-13. La palabra de Dios es viva y ejerce poder y es más aguda que una espada de dos filos y penetra asta dividir entre alma y espíritu, entre coyunturas y su tuétano. Y puede discernir pensamientos e intenciones del corazón.13 Sin haber ninguna creación que no este manifiesta y desnuda expuesta a la vista de aquel a quien todos debemos dar cuenta.
2 Pedro 3:5-7.Dios creo los cielos y la tierra y los mantuvo por medio de su palabra 6 y por ella sufrió destrucción cuando fueron anegados por las aguas.7 por la misma palabra los cielos y la tierra que existe ahora están guardados para fuego reservados para el juicio de los impíos.
1Timoteo. 3: 16 - 17. Toda escritura salida de la palabra de Dios es provechosa para enseñar, censurar, corregir, rectificar y disciplinar en justicia, 17 para que el hombre de Dios sea enteramente competente y este equipado para toda buena obra.
Los virus son agentes invasores conquistadores que destruyen, aniquilan y van arrasando todo a su paso. El mejor antivirus esta dentro, de él.
Un sicoanalista analiza las palabras y las utiliza para extirpar el mal.
Los parásitos, son conservadores y ponen obstáculos a los demás. Agentes piratas y zánganos de la sociedad que viven sometiendo a otros cuerpos. Son ocupas sociales enemigos del progreso y la libertad, anclas que se agarran en los lugares menos apropiados y siempre se van enganchando.
Son temerosos y desconfiados del destino, pantanos de agua corrompida por no buscar la salida. Heridas de pus, que tienen que reventar pero mientras no revientan están haciendo daño. ¿Qué seré yo que merezco toda esta inmundicia? Pero las palabras animan, inducen, corrigen, sanan y producen.
Mientras vivimos bajo mayor autoridad, la responsabilizaremos de todos los errores. Pero solo avanzaremos y maduraremos, cuando aprendamos, y nos responsabilicemos de ellos. Detrás de nuestras propias palabras.
La clave de un nombre es su significado.
Y lo que le dará su sitio en el mundo es la utilidad en su tiempo, y el provecho para el que fue creado y destinado.
El inventar muchas palabras es como crear humareda al esclarecer el día.
El resumen de ellas es como encontrar la senda correcta, al amanecer.
Los dichos sabios son como dulces frutos que se pueden comer sin pelar. Y su digestión es de lo mejor para nuestro organismo.
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