EL TIEMPO DE LAS LUCES

El tiempo. Hay un tiempo o épocas, entre los vaivenes de la vida en los que las personas expresan lo que sienten. Y sus sentimientos son buenos y verdaderos.

Las condiciones eran sobre verdades en que las gentes se esfuerzan y fortalecen sus espíritus.

Se le llamo tiempo de las luces al período de un tiempo cumbre de nuestra civilización. Entre los vaivenes de la vida en que los hombres necesitan expresarse y congeniar, escriben llevados por sus pensamientos y sentimientos. Y estos son buenos y puros para sus semejantes.

Ejemplo en el cine y la política: Si las condiciones históricas nos demuestran que son reales y verdaderas. Sus verdades nos enseñan y nos guían fortaleciéndonos el espíritu, y en conocimientos personales familiares y sociales. Y nos dan aliento y fuerza para creer y tener confianza.

La partida y la llegada están sujetas a un mismo fin. El propósito principal, puede ser el mismo, pero el lugar puede ser muy distinto. Pero también hay tiempos inútiles y vanos de nuestro período de vida más conservador, que nos dejamos llevar por la ignorancia mentira y falsedad, en todo lo que hacemos y expresamos. Y vacíos de verdaderos sentimientos exaltamos nuestros instintos más despreciables y egoístas. Son tiempos oscuros y vanos que nos deprimen. Y el tiempo nos parece que es lo que debemos matar, porque no hay nada mas que vanidad en nuestras vidas. Y todo cuanto hacemos es para el ocio. Pero nos aburrimos y desesperamos porque tarde o temprano nos sentimos inútiles. Y los entretenimientos nos atontan asta impedirnos poder revelarnos.

Cuidémonos en los malos tiempos, y del mal uso de las programaciones que manipulan, utilizando nuestros sentimientos como a ratas de laboratorios.

Si no somos capaces de darnos buena formación a nosotros mismos, como se la daremos a nuestras próximas generaciones. ¡Si no dar, tampoco quitar!. No elegimos lo que somos. Pero si elegimos quien y como deseamos llegar a ser.

Y sin dejar de ser lo que fuimos, seremos lo que llegamos a ser.

El tiempo. Hay un tiempo o épocas, entre los vaivenes de la vida en los que las personas expresan lo que sienten. Y sus sentimientos son buenos y verdaderos.

Las condiciones eran sobre verdades en que las gentes se esfuerzan y fortalecen sus espíritus.

Se le llamo tiempo de las luces al período de un tiempo cumbre de nuestra civilización. Entre los vaivenes de la vida en que los hombres necesitan expresarse y congeniar, escriben llevados por sus pensamientos y sentimientos. Y estos son buenos y puros para sus semejantes.

Ejemplo en el cine y la política: Si las condiciones históricas nos demuestran que son reales y verdaderas. Sus verdades nos enseñan y nos guían fortaleciéndonos el espíritu, y en conocimientos personales familiares y sociales. Y nos dan aliento y fuerza para creer y tener confianza.

La partida y la llegada están sujetas a un mismo fin. El propósito principal, puede ser el mismo, pero el lugar puede ser muy distinto. Pero también hay tiempos inútiles y vanos de nuestro período de vida más conservador, que nos dejamos llevar por la ignorancia mentira y falsedad, en todo lo que hacemos y expresamos. Y vacíos de verdaderos sentimientos exaltamos nuestros instintos más despreciables y egoístas. Son tiempos oscuros y vanos que nos deprimen. Y el tiempo nos parece que es lo que debemos matar, porque no hay nada mas que vanidad en nuestras vidas. Y todo cuanto hacemos es para el ocio. Pero nos aburrimos y desesperamos porque tarde o temprano nos sentimos inútiles. Y los entretenimientos nos atontan asta impedirnos poder revelarnos.

Cuidémonos en los malos tiempos, y del mal uso de las programaciones que manipulan, utilizando nuestros sentimientos como a ratas de laboratorios.

Si no somos capaces de darnos buena formación a nosotros mismos, como se la daremos a nuestras próximas generaciones. ¡Si no dar, tampoco quitar!. No elegimos lo que somos. Pero si elegimos quien y como deseamos llegar a ser.

Y sin dejar de ser lo que fuimos, seremos lo que llegamos a ser.