Yo no sé ni como ni cuando ni donde será, pero: He visto y sentido en inspiración una preciosa canción acompañada de una bonita música.
El video y su argumento trataban de las vidas y rutinas de las personas que viven serias y amargadas dentro de sus vidas cotidianas. Y van avanzando hasta la vejez.
Empieza mirando las caras resignadas de gentes entrando en un autobús, para seguirlas hasta donde esperan en sus largas y aglutinantes colas. Por motivos de salud o información o regularización de papeles legales que les exigen en la sociedad actual.
Sus encuentros los hacían con saludos simulados y sin alegría. Al contrario sus nervios y estrés le hacían ofenderse y enfrentarse. Y algunos se peleaban contra sus semejantes.
Y la vejez les esperaba a la mayoría, como un abismo al cual se tiraban para librarse de sus cansadas y amargadas vidas y de su final.
De pronto sobrevino una larga gran noche. Y todos meditaron y tuvieron miedo.
Y un nuevo día amaneció, y las gentes se alegraban de verse, y empezaron a vivir con alegría desde ese nuevo día.
Y la alegría de vivir y ser felices se contagiaba a todos. Y todos estaban alegres y divertidos de verse saludarse y conocerse. Y esta alegría les ponía más jóvenes y saludables. Y se volvieron hermosos los unos para los otros. La juventud la salud y el bienestar de las gentes convirtieron la tierra en un paraíso. Y la vida eterna les acompañaba en su trayectoria y cualidades en sus maneras de vivir.
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