jueves, 10 de diciembre de 2009

PIEDRA DE LAPIDACIÓN

Todo Israel, tenía él deber de lapidar la iniquidad.

Josué 7:1Pero los hijos de Israel cometieron una prevaricación en cuanto al anatema; porque Acán hijo de Carmi, hijo de Zabdi, hijo de Zera, de la tribu de Judá, tomó del anatema; y la ira de Jehová se encendió contra los hijos de Israel.

JOS. 725-26 25 Y le dijo Josué: ¿Por qué nos has turbado? Túrbate Jehová en este día. Y todo los Israelitas los apedrearon, y los quemaron después de apedrearlos.26 Y levantaron sobre ellos un gran montón de piedras, que permanece hasta hoy. Y Jehová se volvió del ardor de su ira. Y por esto aquel lugar se llama el Valle de Acor, hasta hoy.

Teniendo en cuenta la misericordia que enseño Jesús hacia los primeros Cristianos, porque eran inocentes de la ley. Y teniendo en cuenta la obligación y responsabilidad hacia las responsables en educar y enseñar al pueblo. Jesús dijo: Mateo 5:17-20. no pienses que vine a destruir la ley o los profetas. Porque yo vine a cumplirla; de verdad os digo que el cielo y la tierra pasaran pero ni una letra diminuta de la ley pasara sin que sucedan todas las cosas por eso, cualquiera que quiebre unos de los mandamientos pequeños y enseñe así a la humanidad será llamado más pequeño, con relación al Reino de los cielos. Porque si su justicia no abunda mas que la de los escribas y fariseos, de ningún modo entraran en el reino de los cielos.

Esto nos resume que antes que juzgar, hay que educar y enseñar. Pero que la responsabilidad empieza por los instructores culpables que conocen la ley. También que lo primero que se combate es la ignorancia de la ley, y luego el delito, pero si el homicida es voluntario todo Israel debía lapidarlo con todos los que encubrían o solapaban la maldad, porque se hacían cómplices del mal. ¿Dónde están los inocentes, que no saben que asesinar por sus causas es un asesinato? ¿Dónde están vuestras piedras de lapidación?.

Es que no entendéis la ley. Y que la presunción de inocencia es ignorancia, y que todo el que mata a un hijo, padre, hermano o esposo esta matando a toda una institución, y la esta amenazando. (HIPÓCRITAS) vuestro acto es un acto de cobardía; no lo engendráis, pero lo solapáis, y no lo denunciáis. Todos tenemos la piedra de edificación, y la piedra de lapidación. Y el que no la usa para lapidar, la esta usando para edificar. O no habéis aprendido esto de Israel.

Todos los que no condenaban la adoración a los dioses falsos, participaba en la contaminación de toda la nación. Todos los que conocían el delito y no lo denunciaban, se hacían participes y cómplices con los inicuos.

O es que no lo véis. El que destruye no edifica. Y el que edifica no destruye. Y todos los que quieren amasar las dos posturas, en realidad lo que quieren es destruir, para poder edificar ellos.

A los que edifican, solo les interesa que la obra cubra todas las necesidades. Los que destruyen solo están pendientes, de destruir todo lo que pueda servirles de estorbo, para su edificación.

Y aprender bien esto: Nadie hace gastos asta que no están seguros que es de ellos todo el edificio. Por eso antes de construir nada, echaran a todos los que viven allí, y así cuando todo se considere algo inservible, ellos se consideraran los ingenieros de la obra, porque vivirán sin ninguna oposición. O creéis que después de haber matado echado y no haber defendido a nativos defensores de libertad nacidos allí. Permitirán luego a otros habitar el edificio.

En una casa donde no hay acuerdos por consensos todas las personas de confianza y allegados gobernaran, y pondrán una bonita fachada, pero por dentro serán hipócritas anarquistas, acomodados en sus propias jerarquías.

ÉL CORAN. Sura XXIX= 29 verso 45. No entabléis controversias con los hombres de las Escrituras, a no ser de la manera más honesta, a menos que se trata de hombres malvados. Decid: Creemos en los libros que os han sido enviados, así como en aquellos que os han sido enviados. Nuestro Dios y él vuestro es el mismo, y nos resignamos por completo a su voluntad.

46. Así es como te hemos enviado el Libro. Aquellos a quienes hemos dado las Escrituras creen en él, muchos árabes creen en él, y únicamente los infieles niegan nuestros signos.

47. Hubo un tiempo en que no tenías ningún libro divino que recitar y en que no habrías sabido trazar ni una sola línea con tu mano diestra. ¡OH, entonces los que niegan la verdad podían dudar!

48. Sí, el Corán es una colección de signos evidentes en los corazones de los que han recibido la ciencia; únicamente los malvados niegan nuestros signos.

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